El Gobierno negaba hace menos de un mes la «condicionalidad» a cambio de los fondos europeos
El Gobierno negaba hace menos de un mes la «condicionalidad» a cambio de los fondos europeos. Pero la realidad, como consecuencia del poco peso diplomático de España en el seno de la UE, se ha impuesto de nuevo. De hecho, Montero llegó a decir que una «condicionalidad» estricta como la que finalmente ha salido adelante implicaría que desde Bruselas estarían diciendo que en el Ejecutivo no son «hombres de fiar».
Martes, 21 de julio, de madrugada. El Gobierno español da luz verde en la Unión Europea a un fondo de recuperación que implica «condicionalidad» para los países que reciban las ayudas y que detalla que los socios europeos pueden frenar, y en último término hasta vetar, la recepción de las subvenciones a fondo perdido hasta que se hagan las reformas adecuadas.
Viernes, 26 de junio, a mediodía. La ministra de Hacienda y la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, decía lo siguiente tras el Consejo de Ministros: «No se puede decir en Europa que se pongan condicionalidades a las entregas del dinero porque, o significa que no se acepta el resultado democrático para que el Gobierno de España sea autónomo a la hora de poner en marcha aquellas medidas, aquellas reformas que hagan sostenible nuestro modelo productivo, o lo que está significando es que nos amenacen con mandarnos a los hombres de negro porque entiendan que no somos personas de fiar».
Lo aseguraba criticando al presidente del PP, Pablo Casado, por considerar positivo que a cambio de las ayudas europeas se blindaran las reformas que puso en marcha el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Entonces el objetivo del Gobierno era el siguiente: «Que no haya condicionalidad en la entrega de los fondos». Pero finalmente sí que la habrá lo que demuestra el fracaso del Ejecutivo, algo que ha puesto de manifiesto el propio presidente Pedro Sánchez al asegurar tras la cumbre que el acuerdo le satisface en un «95%». Una manera de decir que no ha logrado sus principales peticiones.
Montero, hace menos de un mes decía en La Moncloa lo siguiente: «Me parece francamente antidemocrático que el principal partido de la oposición quiera que, a través de Europa y no de las urnas, se preserven lo que ellos entienden que son reformas para el país y que, desde el punto de vista de este Gobierno necesitan, evidentemente, una mirada y una revisión en términos de igualdad de combate contra toda esa desigualdad que nos trajo la gestión de la crisis anterior».